La Crónica: El Barça luce pegada ante un valiente Oviedo

El Carlos Tartiere se vistió de gala este jueves para acoger el duelo entre el Real Oviedo y el FC Barcelona, un partido con sabor especial en la vuelta de los azules a Primera División. La cita despertó una enorme expectación en la capital asturiana, con ambiente de grandes noches y la ilusión de medir fuerzas ante uno de los gigantes de LaLiga.

El Real Oviedo formó con Aarón en portería; una defensa de cuatro con Lucas, Bailly, Carmo y Rahim; un doble pivote para Reina y Dendoncker; Hassan en la derecha, Ilyas en la izquierda y Cazorla en la mediapunta, mientras que Rondón ejerció como referencia ofensiva.

El partido arrancó con un ritmo altísimo en el Carlos Tartiere. El Real Oviedo salió sin complejos, presionando arriba y generando peligro en los primeros compases con varios saques de esquina, empujado por una grada que respondió desde el inicio con ambiente de gran noche.

La primera gran ocasión, sin embargo, fue para el Barcelona en el minuto nueve. Raphinha desbordó por la derecha y sirvió un centro medido para Rashford, cuyo remate a bocajarro lo sacó Aarón Escandell prácticamente sobre la línea, en una acción que mantuvo en pie a los azules.

El conjunto blaugrana fue ganando peso en el juego y obligaba a su rival a esperar para robar e intentar salir en transición. Aun así, el Oviedo encontró espacios con la visión de Cazorla y llegó con claridad en el 23, cuando Rondón remató un centro de Lucas desde la derecha que desvió providencialmente un defensa en boca de gol cuando el venezolano ya se relamía. Antes, Aarón ya había evitado el tanto visitante desviando un disparo de Rashford que buscaba la escuadra.

En el 31, Raphinha se topó con el palo y, en el rechace posterior, Araujo vio cómo Aarón volvía a salvar bajo palos. De inmediato llegó la réplica oviedista: un error en la salida de Joan García fue aprovechado por Reina, que desde larga distancia firmó el 1-0 a puerta vacía. Con ese gol y un Oviedo combativo, los de Paunovic resistieron las acometidas azulgranas hasta el descanso.

La segunda mitad comenzó con movimiento en el banquillo visitante. Flick dio entrada a De Jong por Casadó y el Barça salió decidido a buscar el empate. El Oviedo, lejos de replegarse, tuvo una ocasión clarísima nada más reanudarse el juego: una gran acción individual de Hassan, que superó a su marcador y sirvió un centro peligroso que repelió Joan García.

El dominio culé se fue acentuando y en el minuto 55 encontró premio. Una jugada de Araujo por la izquierda acabó con un centro al área que remató Ferran; Aarón Escandell detuvo en primera instancia, pero en el rechace apareció Eric para firmar el 1-1. Pese al golpe, el Oviedo no perdió la cara al partido e intentó salir a la contra con la velocidad de Hassan como principal argumento.

Paunovic trató de refrescar a los suyos con los cambios: Sibo e Ilic entraron por Cazorla y Hassan en el 63, y poco después el Barça volteó el marcador con un gran cabezazo de Lewandowski a centro medido de De Jong (69’). El técnico serbio respondió con más variantes ofensivas, dando entrada a Brekalo y Forés por Ilyas y Reina, y en el 76 Rondón rozó el empate tras un centro del propio Brekalo que quedó suelto en el área.

Eran los mejores minutos de los azules, pero el Barça terminó sentenciando en el tramo final. En el 88, Araujo se elevó en un saque de esquina para cabecear el 1-3 definitivo. Un choque que dejó a un valiente Real Oviedo, combativo y con fases de buen fútbol, aunque insuficiente ante la pegada y efectividad blaugrana.