La crónica: La derrota más incomprensible del Sporting

El Sporting de Gijón ha firmado este domingo una de las derrotas más surrealistas a lo largo de sus 120 años de historia. Los de Garritano se adelantaron en el marcador con los goles de Dubasin, Gelabert y Gaspar, pero no fueron capaces de administrar el 3-0. El Albacete recortó distancias al final del primer tiempo y terminó llevándose los tres puntos con un tanto de penalti. 

Con la alineación esperada, el Sporting se tomó el inicio con calma. En los primeros instantes las tres derrotas consecutivas no tuvieron peso sobre los rojiblancos, que esta vez sí que lucieron efectividad en los primeros 40 minutos. La primera muestra, y el primer gol, llegó en el minuto 11. A Lizoain se le escapó el balón tras el disparo de Juan Otero y Dubasin aprovechó el regalo.

Tras el tanto el partido se tuvo que interrumpir por dos emergencias médicas. Controladas las situaciones, 10 minutos después, los de Garitano ampliaron su diferencia gracias a una buena jugada colectiva y la colaboración, de nuevo, del meta visitante. Gaspar ganó la línea de fondo, asistió a Dubasin,, cuyo disparo fue bloqueado por un defensa para que Gelabert recogiese el balón y marcase el segundo con un disparo dentro del área. En menos de media hora, apenas 20 minutos de juego, el Sporting ya ganaba 2-0. 

La renta pudo ser aún mayor al descanso. Gaspar amplió a placer el marcador, tras una buena incorporación de Diego Sánchez, pero el Albacete encontró algo de vida con un centro lateral que Antonio Puertas cabeceó para el 3-1. Antes, Gelabert había tenido una acción muy clara para el 4-0. Se relajó el conjunto rojiblanco en esta recta final. 

Tras el paso por los vestuarios, el Sporting comenzó con susto. Perrin no midió bien, el balón llegó a Jefté Betancor, pero Diego Sánchez llegó para evitar males mayores. Garitano no quería que pasasen cosas, pero pasó de todo. El Alba poco a poco fue creyendo en la igualada. Agus Medina hizo el 3-2 con más de 20 minutos para el final.

Los cambios, con una gestión extraña de Garitano, no aplazaron el ímpetu visitante y tampoco aportaron en ataque. El equipo asturiano le dio vida a un Alba que se agarró a lo que pudo y dejó temblando al Sporting tras el 3-2. No solo fue capaz de empatar con un golazo de Morcillo, sino que terminó llevándose los tres puntos. Queipo metió la pierna donde no debía, el VAR tuvo que entrar y Morcillo no falló desde los 11 metros. Surrealista y monumental bronca en El Molinón. Justificada.